Los seres humanos buscamos un sentido a
la realidad de nuestro entorno, mediante la creación de argumentos que
expliquen que es lo que realmente debemos de vivir.


Por otro lado se puede observar como
comienzan a estar presente los anti-valores de agresividad, el egoísmo, la
falta de respeto, de cortesía, de convivencia. Se
han instalado en nuestro medio, como un común denominador, conductas
antisociales, insolidarias, deshumanizadas. Pasiones como el egoísmo, odio,
resentimiento, violencia y actitudes de indiferencia ante el sufrimiento del
prójimo y la injusticia, deben ser revertidas con la mayor urgencia.
El
valor humano del amor puede ser mejor expresado como una energía que impregna
toda la vida, es decir, no es una emoción o sentimiento apasionado de deseo y
apego. Se refiere a algo mucho más
profundo y más básico en la naturaleza humana. Es totalmente desinteresado e
independiente de que haya o no reciprocidad.
Todas las grandes religiones
exaltan la importancia del amor. El amor es bondad, cuidado, empatía y
compasión. El amor no es pasivo, sino activo y crece, como diría un sabio
filósofo, "dando y perdonando".
Únicamente el amor puede aliviar la ansiedad y el temor. El amor es dicha y es poder; por ejemplo, un sabio maestro nos brinda una definición muy interesante que muestra la relación del amor con los otros valores: "el amor como conocimiento es verdad, el amor como acción es rectitud, el amor como sentimiento es paz y el amor como comprensión
Únicamente el amor puede aliviar la ansiedad y el temor. El amor es dicha y es poder; por ejemplo, un sabio maestro nos brinda una definición muy interesante que muestra la relación del amor con los otros valores: "el amor como conocimiento es verdad, el amor como acción es rectitud, el amor como sentimiento es paz y el amor como comprensión
La moralidad del ser humano nos ayuda a ser mejores
personas, mejores miembros de familia y mejores ciudadanos y sobre todo tener
una conciencia tranquila y estar en Paz con Dios.